Uno de los diseños industriales más famosos del mundo es la botella de vidrio de Coca-Cola.
A principios del siglo XX, los directivos de la compañía, que ya empezaba a crecer y a popularizarse, decidieron rediseñar el envase por completo y darle un giro. Querían que fuese reconocible inmediatamente por cualquier persona y en cualquier lugar.
Después de varias pruebas, fue en 1916 que los dirigentes del corporativo eligieron el diseño final, siendo hoy un hito de la composición y la estética que sirvió como marco publicitario para la marca. Hoy día se exhibe en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA).
El diseño correspondió a un reducido equipo de artesanos y vidrieros: Alexander Samuelson, Earl Dean, Clyde Edwards, C.J y William Root. En una equivocación, confundieron la hoja de coca con la hoja de cacao, y se inspiraron en ésta para darle el aire altivo y aerodinámico.
La famosa actriz hollywoodense Mae West entra en la historia, si bien anecdóticamente, debido a que la botella sufrió un cambio de nombre entre ciertos sectores de la población estadounidense, que la rebautizaron como «la Mae West» debido a la semejanza física que unía a ambas a través de un cuerpo curvilíneo.